De camino a Emaús

“Ese mismo día, dos de los seguidores de Jesús iban camino al pueblo de Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén. Al ir caminando, hablaban acerca de las cosas que habían sucedido.Mientras conversaban y hablaban, de pronto Jesús mismo se apareció y comenzó a caminar con ellos…”

Lucas 24:13-15 (NTV)

La historia de los dos discípulos de Jesús que al tercer día de la crucifixión iban camino a una aldea llamada Emaús, es una historia que trata de un encuentro significativo y de mucha enseñanza, se encuentra en Lucas 24 versículos 13 al 35.

Dos discípulos de Jesús con mucha tristeza por las cosas que habían acontecido en esos días con su Maestro iban de regreso a su casa, dejaban Jerusalén, el lugar de los acontecimientos. Y mientras iban caminando, conversaban sobre todo lo que había pasado desde antes de la crucifixión hasta el día de su muerte y sepultura.

Se notaba en ellos una gran desesperanza y desilusión. Esperaban al Mesías que había de rescatar a Israel, pero ya había pasado tres días y todo estaba igual. V. 21

A pesar de haber escuchado a las mujeres seguidoras de Jesús que habían dicho que su cuerpo había desaparecido y que habían visto ángeles que les dijeron que Jesús estaba vivo, y otros discípulos fueron a averiguarlo y confirmaron que el cuerpo no estaba, ellos aún permanecieron tristes y sin esperanza. Vs. 22-24

Sin embargo, ellos no se imaginaban que estaba en los primeros planes de Jesús después de la resurrección encontrarse con ellos en el camino y cruzarse de manera intencional. Jesús se les unió, provocando un encuentro que cambiaría totalmente sus vidas.

Ellos no lo reconocieron, Dios impidió que esto sucediera. V.16. Pero sí Jesús sabía quiénes eran ellos. Eran dos de sus discípulos.

Cuanto amor, bondad y ternura hay en Jesús, Él sabía todo lo que estaba aconteciendo con ellos. Él los conocía, los amaba y sabía que ellos necesitaban ese encuentro especial con Él, su Maestro, en el cual ellos habían puesto toda su esperanza.

Cuan grande amor es el de Jesús por nosotros. Él se cruza en nuestro camino, nos busca, Él se acerca a nosotros, nos encuentra con el hermoso propósito de cambiar nuestras vidas y circunstancias. Él quita nuestras tristezas y quiere darnos en Él esperanza. Nos da ánimo y nos guía.

Que bueno es saber que Dios nunca nos abandona. Él conoce nuestros corazones y llega justo en el momento en que más lo necesitamos.

Nuestra necesidad es de Jesús y Su Palabra. Era lo que necesitan sus dos discípulos. Y Él con amor y autoridad les deja saber cuan necesarias eran conocer y creer las Escrituras para poder entender los acontecimientos. Vs.25-26

Y aquí está el principio del Evangelio, creer que Jesús ha resucitado de la muerte y que Su Palabra es la verdad y la luz que guiará nuestros caminos.

Jesús fue instruyéndoles por el sendero y ellos como niños dejándose enseñar, disfrutando al grato acompañante, disfrutando y saboreando cada momento, cada palabra que les decía, cada detalle de la conversación, lo que hacía que sus corazones empezaran a arder de esperanza, ardieran de fe, de familiaridad, de cercanía, de intimidad con su Maestro. V.27

Sus corazones empezaron a ser transformados, las vasijas de sus almas empezaron a llenarse con Jesús. Aquél que cuando llega, todo lo cambia, todo lo transforma, todo lo llena, por lo que los discípulos anhelaron permanecer con Él por mas tiempo y le pidieron que se quedara con ellos. V.29

Al fin, Dios permitió que ellos lo reconocieran, y lo hizo de una manera muy especial. Su Maestro hizo algo que ya ellos habían vivido juntos, Jesús compartió el pan con ellos, tomándolo y bendiciéndolo. V.30

Que manera más amorosa de dejarles ver quien era aquel que los acompañaba. Ahora ellos entendieron el por qué sus corazones ardían mientras Jesús les hablaba.

“Entonces se dijeron el uno al otro: «¿No ardía nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?”

Lucas 24:32

Y por su supuesto que ellos no pudieron callar lo sucedido, regresaron rápidamente a los demás discípulos y contaron lo grandioso que había sido la manifestación de Jesús, al haberlos acompañado en el camino y haber bendecido el pan. Vs. 33-35

Así que, hoy, en nuestro caminar de fe les invito a reflexionar en esta hermosa lectura de la Biblia “De camino a Emaus”, aquí algunas verdades que podemos aprender:

  1. Que Dios nos conoce
  2. Que leer y conocer la Palabra de Dios es vital e importante
  3. Que Dios suple nuestras necesidades espirituales
  4. Que nuestros corazones arderán y seremos avivadas si permanecemos cerca de Jesús.
  5. Que Dios no nos abandona, Él cuida de nosotras
  6. Que debemos hablar a otros sobre Jesús y Su evangelio

En Cristo,

Yicell.

Escrito originalmente para el ministerio Mujer para la Gloria de Dios (MPGD)

Publicado por Yicell de Ortiz

Yicell es dominicana, es miembro de la Iglesia Summit en español en Raleigh, Carolina del Norte, USA. Estudió psicóloga clínica, realizó un Diplomado en Discipulado Femenino en el Instituto Integridad y Sabiduría, también tiene un Certificado en Consejería Bíblica, avalado por el Instituto Encarga de Colombia y The Institute For Biblical Conseling & Discipleship. Está casada con Jehiel Ortiz, quien es misionero del ministerio Trans World Radio, un hombre apasionado por Dios y Su Palabra, a quien le encanta enseñar sobre la Biblia. Yicell colabora escribiendo para el ministerio LifeWay Mujeres, para el blog Ella Habla Verdad de Susana De Cano, también colabora para el blog de EZER y para el blog del programa Mujer para la Gloria de Dios, ambos ministerios de la iglesia Bautista Internacional. Ella, su esposo y sus hijos Laura Isabel y Luis Eduardo viven actualmente en la cuidad de Carolina del Norte, Estados Unidos.

2 comentarios sobre “De camino a Emaús

  1. Muchas, muchas gracias por cada mensaje compartido, han sido de gran bendición en mi vida, de mucha edificación, me han llevado a leer más las Escrituras, me han hecho meditar y crecer en mi fe, Dios te bendiga grandemente, por favor sigue adelante compartiendo la Palabra, con la sabiduría de lo alto

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