En la Biblia, leemos sobre muchos nacimientos de niños muy esperados, deseados por sus padres y madres, algunos llegaron milagrosamente al mundo siendo hijos de madres estériles. Es el caso de Sansón, Isaac, Samuel.
Todos estos niños fueron de gran importancia en sus momentos para el pueblo de Israel. Dios los envió con propósitos especiales.
Sin embargo hubo un nacimiento muy especial prometido por Dios con un propósito nunca antes visto, desde el libro de Génesis y a todo lo largo del Antiguo Testamento leemos sobre aquel que será enviado para salvar a la humanidad y para derrotar a nuestro adversario.
La Profecía.-
El profeta Isaías en el Capítulo 7 versículo 14 nos da referencia de la madre de ese niño que nacerá, luego en el Capítulo 9 versículos 6 y 7 cuenta con ciertos detalles algunas cualidades del esperado:
“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.” Capítulo 7:14
Ese nacimiento nunca antes visto sería a través de un milagro por medio de una mujer virgen.
En el Evangelio de Mateo Capítulo 1 versículo 18, conocemos mas de esta mujer llamada María. Ella estuvo dispuesta hacer la voluntad de Dios, fue obediente, mansa y humilde.
María dependió exclusivamente de Él; le glorificó a través de su disposición a servirle.
Así es que Isaías continuó escribiendo sobre las cualidades del niño:
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.” Cap. 9: 6 y 7
El nacimiento.-
Este nacimiento esperado por mucho tiempo al fin sucede en tiempos del gobernador Augusto Cesar. Sus padres le llamaron Jesús. Cumpliéndose todas las profecías de Él escritas.
Este suceso importante divide en 2 la historia de la humanidad que por la misericordia de Dios sería transformada.
El cumplimiento de la promesa de su nacimiento nos ha salvado, por Él somos perdonadas y tendremos vida eterna. Él ha hecho que nuestra esperanza sea eterna (1 Pedro 1:21).
En esta época de adviento recordamos y agradecemos a Dios el nacimiento de Jesús!
Hoy alabamos Su gran nombre de forma especial!
Reconocemos Su gran poder y las maravillas que ha hecho en nuestras vidas.
Nació una vez en aquel tiempo viniendo a este mundo a traer luz y a salvarnos de la muerte, y ahora nace en cada corazón de todos los que le anhelan trayendo luz a sus vidas!
“El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.”
Isaías 9:2
En Cristo,
Yicell