No que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación.
Filipenses 4:11
La mujer insatisfecha por lo regular no está contenta con lo que tiene o si lo tiene está incompleto. También siente insatisfacción con lo que ha logrado hacer en su vida.
En otras palabras, no está satisfecha con lo que Dios le ha provisto, tampoco con lo que Él le ha permitido hacer y por lo tanto está insatisfecha con Dios.
Esto es un asunto del corazón que busca constantemente el cumplimiento de sus deseos, sus anhelos, los cuales son infinitos.
Pero cuando entendemos que nuestras vidas le pertenecen a Dios no buscamos satisfacción en las cosas de este mundo, pues nada nos va a satisfacer.
Cuando entendemos eso entonces el contentamiento está en nosotras porque nuestra satisfacción está en Cristo Jesús y en todo lo que tiene que ver son Su Evangelio!
Sea el carácter de ustedes sin avaricia, contentos con lo que tienen, porque Él mismo ha dicho: «Nunca te dejaré ni te desampararé»
Hebreos 13:5
Podremos no tener nada, tal vez solo sufrimiento, pero si tenemos a Cristo, eso es suficiente Él basta!
Recuerda, fuimos creadas para Dios, no para el mundo, por lo tanto nada esperemos de él que nos dé contentamiento.
Estemos confiadas, contentas en Dios, pues Él nos da y nos permite hacer todo lo que necesitamos.
En Cristo,
Yicell